Para embalar
nuestra sangre,
remé botes
a rasguño,
cavé estrechos
horribles
en el cajón
del insomnio,
entregué
mi lactancia
al contado o
en cacofonía
digital...
¡Y valió la pena!
Para embalar
nuestra sangre,
refinancié
mi identidad,
dormí
y soñé afuera
donde se falsifican
los pies...
¡Y valió la pena!
Poesía,
valió la pena
descubrir
tu rostro
onírico,
y casarnos
en abstracto
para siempre
en el momento
crucial.
Este trabajo me ha gustado mucho, pienso que es bello y que contiene ante mis ojos que apenas ven lo aparente, digo ven dos vidas, el transito y la afirmación protectora del sentimiento de la mano del dolor y la alegría...y pienso que mereció la pena sin duda, que de nada de lo vivido debemos arrepentirnos nunca los seres vivos...sip me encantó y mereció la pena transitar esta noche el insomnio propio y sacar al fresco mis pies cansados porque merece la pena descansar y ver "palpar" nacer el nuevo día...
un abrazo con cariño
mercedes
Gracias Mercedes, me habéis dejado una lectura muy certera sobre este tema y lo aprecio mucho, lo sabes, cariños, gracias por estar, roger
La amistad con la poesía es una mezcla entre hogar y el mundo. Reafirma el camino que se abre fuera de la familia porque en ella está la vida que no confiesa la óptica, sino el alma. Y aunque el sentimiento original está en el hogar, la gran prueba será el amor y ella. Este bello poema lo evoca:¡Valió la pena! Una joya poeta.
"y casarnos
en abstracto
para siempre
en el momento
crucial."
Hello. And Bye.