Con la parada del invierno,
llega la insinuación de la carne,
la belleza perpetua de lo gris,
y la unión de nuestros brazos
lacerados e inconexos…
La estación está aquí,
poblando los bosques
con los retratos de la memoria.
Las efigies de los cuervos,
dejan sobre el arroyo
los globos del silencio.
Y el viento helado convulsiona
por los ventanales,
el emblema cardinal
del mensaje de otros años:
que el tiempo está cerca;
el tiempo está cerca.
Dice el viento en su lenguaje,
y entonces el olor a antigüedad
se apodera del palacio.
llega la insinuación de la carne,
la belleza perpetua de lo gris,
y la unión de nuestros brazos
lacerados e inconexos…
La estación está aquí,
poblando los bosques
con los retratos de la memoria.
Las efigies de los cuervos,
dejan sobre el arroyo
los globos del silencio.
Y el viento helado convulsiona
por los ventanales,
el emblema cardinal
del mensaje de otros años:
que el tiempo está cerca;
el tiempo está cerca.
Dice el viento en su lenguaje,
y entonces el olor a antigüedad
se apodera del palacio.
2 comentarios:
Renacimiento poético, convulsión de la eternidad en mi palacio de invierno. Gracias por tu Solsticio...
Hey gracias por tu agradable comentario, se aprecia mucho, saludos Jinny
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