de la felicidad,
pero en las profundidades
del montículo de las sombras,
aún llora una rosa negra
por amar a un inmortal,
Y me dices:
No hay consuelo.
No hay consuelo.
El fin del tiempo está cerca.
Ya viene la legión
de los que viven más allá
de la luz y de la oscuridad,
a rescatar a Sión...
y eso lo he escuchado
por miles de años.
Yo soy su Lord.
Yo soy su Lord.
Y ellos, son mis hermanos.
¡Impresionante, Roger! Quiero ser vampiro o víctima de vampiro o por lo menos "gótico" después de leer este poema tuyo... Me fascinó la energía, el dinamismo del léxico, la potencia de las imágenes; la atmósfera cuasi-claustrofóbica de romántico trasfondo y total entrega... El tiempo viene por nosotros y sólo podemos recibirlo de frente. Este poema es una joya del género. Sin discusiones. Un abrazo y un beso. Feliz fin de semana.
Muchas gracias Pedro por este comentario de lujo, un abrazo grande, Rog